Las válvulas de bola flotante tienen muchos componentes importantes que pueden ayudarlas a operar de manera tan eficiente, son:
Cuerpo de válvula: una cámara equipada con un mecanismo de válvula. Las válvulas de bola suelen estar hechas de hierro, acero, latón, bronce o PVC.
Bola: una esfera que gira alrededor de la trayectoria del flujo. Está conectado al cuerpo de la válvula a través de un vástago (o eje) de válvula.
Orificio o puerto: permite excavar el centro de la bola para que fluya.
Relleno: un sello flexible instalado alrededor del vástago de la válvula para evitar que el medio se escape del cuerpo de la válvula.
Asiento de válvula: disco de sellado formado entre el cuerpo de la válvula y la bola.
Vástago de válvula: fijar la bola y conectarla al eje del actuador o varilla de operación
Actuador: dispositivo externo utilizado para girar el vástago de la válvula. Puede ser una palanca, un engranaje, un actuador eléctrico o un actuador neumático/hidráulico.
La bola de una válvula de bola flotante está suspendida en su medio regulador y mantenida en su lugar mediante un asiento de válvula típicamente hecho de termoplástico. Luego, el asiento de la válvula forma un sello hermético entre la bola y el cuerpo de la válvula.
Las válvulas de bola flotante pueden proporcionar un sellado bidireccional, lo que significa que la bola puede moverse lo suficiente como para evitar el flujo en cualquier dirección. Este tipo de válvula es económica y liviana y se puede encontrar en aplicaciones que incluyen petróleo, agua, gas natural y vapor.